Bailando desnuda, jugando entre la hierba, bajo el sol, gritando al viento.
Si no es volando... creo que no iré. Aunque tú estés al final del camino en el bosque, creo que me quedo aquí. Hoy.
Oh, sí.
Y es que, no siempre tenemos que depender de alguien, hay que aprender a vivir nuestra vida, volando, riendo, jugando...
Disfrutando.
Y eso no nos priva del placer...
Uf, entre las sábanas.
Sácale la lengua a la vida.
Optimista, tu tan genial como siempre! me encanta me encanta y me encanta:) pásatelo por el mio si quieres! Un besín♥
ResponderEliminarSi es que la dependencia no es buena ( o no siepre) ^^
ResponderEliminarun besitto!=)